Vida en comunidad
- Mary
- 12 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 sept 2019
El Señor todos los días nos exhorta a amarnos los unos a los otros, la ley de Dios se basa en el amor, el compartir y ser una comunidad, pero con el paso del tiempo hemos olvidado la razón más importante de la alianza de Dios con el pueblo de Israel: el vivir en comunidad compartiendo lo que tenemos con los otros y respetando lo de mi hermano.
"Y éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado".
Juan 15:12
Hace unos días hablando con mi familia respecto al caso de acoso escolar que, desgraciadamente, nos ha marcado en las últimas semanas, me sorprendió muchísimo el hecho de que mi hermano no supiera que yo fui una víctima de acoso, el realmente no me creía cuando di mi opinión desde el punto de vista de una víctima y esto me puso a pensar que muchas veces no somos capaces de ver que pasa en las vidas de las personas a nuestro alrededor, y cuando pienso en esta situación siempre se me viene a la mente el versículo anterior.
Si leemos 1 San Juan 4: 7 en adelante, nos damos cuenta de que la señal de que estamos en comunión con Dios es el hecho de que le amamos y que amamos a nuestros hermanos y que este amor es tan fuerte y sincero que ni el miedo puede hacernos dudar. Cuando el Señor le dio la ley a Moisés, lo hizo para que el pueblo de Israel pudiera ser un ejemplo para otras naciones de la vida en comunidad, nosotros como descendientes de este pueblo tenemos la misma tarea, demostrar en una sociedad individualista la importancia de la vida en comunidad y sólo podemos hacerlo con amor.
Como cristianos no podemos ponernos a nosotros, como individuos, primero que a nuestra comunidad, debemos ser conscientes que necesitamos trabajar juntos y primero ponernos al servicio de los hermanos para poder ser ejemplo y testimonio para los otros. Debemos respetarnos, ser fraternos, solidarios y sobre todo estar atentos a las necesidades de los otros, y ser aliento para aquellos que están cansados y están pasando por un momento dificil.
Toda esta situación me ha llevado a reflexionar lo que yo viví y sé que muchos otros han vivido y que han mantenido en silencio por múltiples razones, y a la conclusión que llegué fue que nos falta amor, amor por nosotros mismos que somos hijos de Dios con un valor incalculable y amor por nuestros hermanos que tienen el mismo valor que nosotros, el hecho de que seamos diferentes, pensemos diferente y creamos en cosas diferentes no nos hace mas ni menos que los demas, todos tenemos exactamente el mismo valor ante los ojos del Padre, y eso es lo que enriquece la vida en comunidad el ser diferentes, porque así podemos aprender los unos de los otros y crecer juntos.
"Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente."
Romanos 12:10

Comments